lunes, 24 de noviembre de 2014

Grecia después de las guerras médicas

La rivalidad entre Atenas y Esparta dio origen a las Guerras del Peloponeso, en las cuales Atenas finalmente fue derrotada luego de una peste asolara la ciudad y una expedición a Sicilia acabara en desastre. 

A partir de entonces, ni Esparta, ni Tebas ni una Atenas resucitada pudieron regir Grecia de forma satisfactoria. En la década de 330 la desunión griega dio lugar a su dominación por parte de Filipo, rey de Macedonia, un reino semigriego del norte. 



El hijo de Filipo, Alejandro Magnodedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse. Y enseguida —en el 334 a. C.— lanzó a su ejército contra el poderoso y extenso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes de morir: una guerra de venganza de los griegos —bajo el liderazgo de Macedonia— contra los persas. Luego del asesinato de Filipo II, su padre  Alejandro Magno asumió el liderazgo de la liga de Corinto, y en 334 a. C. lanzó una invasión al Imperio persa con las fuerzas combinadas de los estados griegos. Cuatro años después y tras salir victoriosos en las batallas de Gránico,Issos y Gaugamela, los griegos marcharon hacia Susa y tomaron Persépolis, la capital ceremonial de Persia. El imperio creado por Alejandro Magno se extendió desde Grecia en el oeste hasta el actual Pakistán en el este y Egipto en el sur.





En su reinado de 13 años, cambió por completo la estructura política y cultural de la zona  y dar inicio a una época de extraordinario intercambio cultural, en la que los griegos se expandieron por los ámbitos mediterráneo y próximo oriental. Es el llamado Periodo Helenistico  (323–30 a. C.) Tanto es así, que sus hazañas lo han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida.


Moneda de Alejandro Magno


La repentina muerte de Alejandro Magno, acaecida en el 323 a. C., condujo al colapso del Imperio, que se dividió en varios reinos: el Imperio seléucida el Egipto Ptolemaico el Reino greco bactriano y el Reino indo griego. Muchos griegos emigraron a Alejandría, Antioquía, Seleucia y a muchas otras ciudades helenísticas en Asia y África. Aunque no se pudo mantener la unidad política del Imperio de Alejandro Magno, éste trajo consigo el dominio de la civilización helenístico y el idioma griego a todos los territorios conquistados por al menor dos siglos, y en el caso de algunas regiones del este del Mediterráneo, por un periodo mayor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario